Pues este es el tema, Elogios, ¿por qué a veces o muchas veces nos resulta difícil aceptarlos?
Te levantas en la mañana y alguien de tu familia te dice, qué bien te ves hoy, se ve que descansaste, y entonces contestas: ¡¡¿¿Yo??!! Si ni me he bañado, tengo la cara hinchada y para acabar pronto ni los dientes me he lavado...
Suele suceder con frecuencia, entonces ¿por qué a veces nos resulta difícil aceptar elogios? ¿Tú qué opinas?
Te levantas en la mañana y alguien de tu familia te dice, qué bien te ves hoy, se ve que descansaste, y entonces contestas: ¡¡¿¿Yo??!! Si ni me he bañado, tengo la cara hinchada y para acabar pronto ni los dientes me he lavado...
Suele suceder con frecuencia, entonces ¿por qué a veces nos resulta difícil aceptar elogios? ¿Tú qué opinas?
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